De la esencia de la fábrica al calzado que marca el futuro
Esta historia comienza a fines de la década de 1940 en Sicilia, Italia, donde los hermanos Gravagna descubrieron su amor por los zapatos, una pasión que sigue viva hasta el día de hoy en manos de las nuevas generaciones.
Con el tiempo, y ya establecidos en Buenos Aires, la marca empezó a ganar reconocimiento, convirtiéndose en un referente del calzado argentino. Hoy en día, la empresa continúa siendo un legado familiar, fiel a los mismos valores y objetivos de sus inicios, y lo más importante, mantiene el amor profundo por el oficio que la caracteriza.